Las sustancias agotadoras de la capa de ozono son compuestos que tienen la capacidad de reaccionar con la molécula de ozono en la estratosfera, destruirla y alterar su equilibrio dinámico. Son sustancias que tienen en su molécula átomos de cloro o bromo como los clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC), halones, bromoclorometano, metilcloroformo, tetracloruro de carbono y bromuro de metilo.

El poder destructivo de las SAO es enorme, dado que la reacción con el ozono se da en cadena, es decir, las SAO, luego de destruir una molécula de ozono, quedan disponibles para seguir destruyendo más moléculas y su labor destructiva puede extenderse hasta por más de 100 años según el tipo de SAO.
Los principales usos de las SAO se dan en la industria de la refrigeración (neveras) y el aire acondicionado (incluyendo el de los automóviles), así como en la fabricación de espumas sintéticas y propelentes de aerosoles. Otro grupo de SAO, las que contienen bromo en su estructura, se usan principalmente como agentes de extinción de fuego en extintores portátiles y en sistemas fijos de edificios, mientras que el bromuro de metilo, se emplea en la industria agrícola para fumigar suelos y cultivos por sus propiedades plaguicidas. Cuando estas sustancias se liberan al ambiente se acumulan en corrientes de aire que las llevan hacia la estratosfera. Allí la radiación UV separa los átomos de cloro y bromo de estos compuestos, que al quedar como átomos libres comienzan un ataque constante y sistemático contra las moléculas de ozono.

Con lo que hasta aquí sabes, puedes reflexionar sobre ¿Qué acciones se podrían realizar en tu casa o colegio, para evitar que las SAO sean liberadas a la atmósfera? Puedes investigar en noticias, artículos, vídeos, etc., que te den las ideas sobre lo que todos podemos hacer